Obispo de Ancud responde críticas por cierre de pórtico de catedral

El obispo de Ancud descartó que se haya cercado el acceso de entrada a la catedral de la comuna por razones discriminatorias.

“Como una medida más bien planificada en el resguardo de la Catedral en su conjunto y en ningún caso, un acto de ofensa a nadie” definió el Obispo de Chiloé, Palena y Guaitecas, Juan María Agurto, las obras de cierre del pórtico del templo situado en pleno centro de la ciudad de Ancud. 

 Ello, luego de las críticas por redes sociales por el cierre de este perímetro donde también se sitúa la sede del obispado de Chiloé, Palena y Guaitecas. Los usuarios del ciberespacio calificaron como “una acción de despropósito de la iglesia hacia las personas que en situación de calle, que estaban pernoctando en el frontis del edificio”, manifiestan la mayoría de los comentarios. 

“Lamentablemente durante años hemos tratado que estuviera abierto el pórtico de la catedral, pero durante este tiempo y se ha agudizado en los últimos meses a parte de ir gente a dormir ahí, gente que no tiene un lugar para ir a dormir, además se estaba convirtiendo en un lugar donde se estaba acumulando la basura. Lamentablemente también se ha estado utilizando como baño público, han acudido una cantidad de moscas, hemos tenido que pedir ayuda a la municipalidad para sacar una cantidad de ropa que habían dejado tirada allí y también, lamentablemente tenemos que decir que se ha utilizado ese pórtico para el consumo de licor. Estábamos encontrando cada vez más botellas, envases de cervezas, como igualmente el consumo de drogas. Lamentablemente se ha estado dando todo eso, por ello hemos tenido que llegar a cerrar, como era el proyecto original cuando se construyó la torre y porque además queremos hacer un acceso universal, en especial para los adultos mayores", aseguró el Obispo.

En ningún caso, sostuvo la autoridad eclesiástica, se puede interpretar que el cierre del pórtico tiene por objetivo evitar que las personas cualquiera sea su condición sigan teniendo en el frontis de la Catedral un lugar de pernoctación. “El rol social humanitario se concreta de otra forma, no habilitando espacios que no tienen las mínimas condiciones para pretender normalizar una acción que por lo demás diversos actores y servicios de la propia comunidad organizada e incluso gubernamentales asumen en una dinámica que busca reintegrar a la sociedad con dignidad”, explica.