Los dumbphones, una necesidad creciente de desconexión

La directora del Magíster en Gestión de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de la UNAB, Mailyn Calderón, explica las diferencias entre los dumbphones y los smathphone y por qué los primeros están resurgiendo con tanta fuerza en estos días.

Hace unas semanas, el Presidente Boric sorprendió a todos al aseverar que utilizaba un dumbphones, un teléfono sin conexión a Internet. Esta tendencia se ha ido acrecentando, no sólo en Chile, sino que, a nivel mundial, a raíz de la necesidad de desconexión para poder lograr un verdadero descanso, sobre todo en vacaciones.

“Aunque inicialmente podría parecer una moda, el resurgimiento de los dumbphones responde a una necesidad creciente de desconexión y a un "detox digital". Este fenómeno se ve respaldado por estadísticas alarmantes”, explica la directora del Magíster en Gestión de Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de la UNAB, Mailyn Calderón.

Según un informe de Pew Research Center de 2023, el 60% de los adultos en EE.UU. siente que sus dispositivos móviles interfieren en su capacidad para relajarse. Además, un informe de DataReportal de 2023 revela que el tiempo promedio diario que las personas pasan en internet es de 6 horas y 37 minutos. Por otro lado, un estudio de Common Sense Media indica que los adolescentes pasan alrededor de 7 horas y 22 minutos al día frente a pantallas recreativas, sin contar el tiempo dedicado a tareas escolares. Estos datos sugieren que la creciente popularidad de los dumbphones refleja una necesidad real de reducir la sobrecarga digital, más que una simple moda pasajera.

“La tendencia de los dumbphones está siendo impulsada por usuarios que buscan simplificar su vida digital, como aquellos que desean desconectarse de las distracciones de los smartphones, personas preocupadas por la privacidad y seguridad, mayores o usuarios con necesidades básicas de comunicación, y minimalistas”, explica la docente UNAB.

Diferencias entre un dumbphone y un smartphone

Pero cuáles son las diferencias clave entre un dumbphone y un smartphone. Según explica la académica de la UNAB “los dumbphones tienen procesadores básicos, con 32 MB a 128 MB de RAM y almacenamiento limitado (hasta 32 GB), pantallas pequeñas y de baja resolución (240x320 píxeles o menos), y conectividad 2G o 3G. Están diseñados principalmente para realizar llamadas y enviar mensajes, sin la capacidad de ejecutar funciones más completas de manera cómoda, lo que hace que el interés en usarlos constantemente sea bajo”.

“Por otro lado, los smartphones poseen procesadores de múltiples núcleos, entre 3 GB y 16 GB de RAM, y almacenamiento que varía entre 64 GB y 1 TB. Sus pantallas son táctiles, de alta resolución (Full HD o 4K), con tecnologías como OLED, y ofrecen conectividad avanzada 4G/5G, Wi-Fi, Bluetooth, GPS, y cámaras de alta resolución, lo que permite ejecutar aplicaciones complejas y ofrecer una experiencia digital completa”, señala la docente.

Y agrega que el software de un dumphone está diseñado para ser ligero y eficiente, con una interfaz simple que permite funciones esenciales como llamadas, mensajes de texto y alarmas, sin aplicaciones complejas ni multitarea. Esto optimiza el uso de recursos como la memoria y la batería, asegurando que el rendimiento sea rápido y estable. Esto permite que el usuario puede comunicarse de manera fluida, sin las distracciones propias de los smartphones. Mientras que los smartphones permiten la comunicación, también traen consigo el problema de la "intoxicación digital", con notificaciones constantes, distracciones y la presión de estar siempre conectado. En cambio, el dumbphone ofrece una experiencia más enfocada y libre de esas distracciones, permitiendo que el usuario se concentre únicamente en lo esencial: conectarse con los demás.

Seguridad y privacidad

Mailyn Calderón explica que los dumbphones, al carecer de funciones avanzadas y aplicaciones complejas, presentan menos puntos de vulnerabilidad en comparación con los smartphones. La ausencia de acceso a internet y de aplicaciones de terceros reduce significativamente el riesgo de ataques cibernéticos, como malware o phishing.

“En contraste, los smartphones son objetivos frecuentes de ciberataques. Según un informe de Kaspersky, Chile ha experimentado un incremento del 213% en ataques a dispositivos móviles, posicionándose como uno de los países más afectados de la región. Además, se registraron más de 133,000 ataques a celulares y tabletas en el último año, lo que representa un aumento del 213% en comparación con el período anterior”, asegura la académica.

Sin embargo, es importante destacar que los dumbphones no están exentos de riesgos. Algunos modelos pueden ser vulnerables a ataques físicos o a técnicas de ingeniería social. Además, la falta de actualizaciones de seguridad y de funciones avanzadas puede limitar la capacidad de protección del dispositivo.

“En resumen, aunque los dumbphones ofrecen una mayor seguridad y privacidad debido a su simplicidad y menor exposición a amenazas cibernéticas, no son inmunes a riesgos. La elección entre un dumbphone y un smartphone debe considerar las necesidades individuales de comunicación, seguridad y privacidad”, sostiene Mailyn Calderón.