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Por Claudia Sepúlveda , 30 de agosto de 2022 | 12:54Fiesta del Nazareno: La devoción volvió a la isla de Caguach después de dos años
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 2 añosLa festividad más tradicional de la Isla Grande de Chiloé volvió a ser presencial, post pandemia, y que reunió en la pequeña Isla de Caguach a cientos de fieles que llegaron de diversos puntos del país.
Son 244 años desde que nació esta tradición religiosa. Y el cielo no se cubrió de lluvia como es habitual un 30 de agosto, sino más bien un día soleado acompañó a cientos de fieles, que volvieron a reunirse con el Cristo Nazareno de Caguach y recibir un retazo de su manto tras dos años de pandemia. Es, sin duda, una de las festividades religiosas más importantes de la Isla Grande de Chiloé.
Desde diferentes puntos de la región y del país llegaron hasta la iglesia, Patrimonio de la Humanidad, construida en 1778 por los españoles, fecha en que se instala la figura del Divino Jesús Nazareno o Cristo Nazareno, los devotos que hicieron que la pequeña iglesia de madera se hiciera estrecha para reunir nuevamente presencialmente a los feligreses.
Como es tradición la ceremonia anual de la peregrinación de Jesús Nazareno comenzó con la procesión del nazareno de Cahuach por la explanada de la isla, ingresó a la iglesia en medio del fervor religioso y se inició la misa en el sector La Capilla de la isla, ubicada en la comuna de Quinchao.
La mayor parte de los visitantes no logró entrar a la iglesia y debieron contentarse con escucharla desde la explanada a través de altoparlantes, ya que son cientos, incluso miles, los que llegaron en botes, para acompañar al Nazareno.
Al terminar la misa se distribuye entre los asistentes la túnica púrpura que vestía a la imagen de Jesús y se lo viste con una nueva. Estos trozos sirven al mismo tiempo como amuleto y como un recuerdo de la celebración.
Leyenda
Según cuenta la leyenda, a fines del siglo XVIII los habitantes Caguach, Alao, Apiao, Tac,Chaulinecy Meulín vivían en conflicto constante y para remediarlo, el sacerdote franciscano Hilario Martínez les llevó la imagen de Jesús Nazareno desde Tenaún, con el fin de que organizaran la fiesta en conjunto. Los isleños accedieron, con excepción de los habitantes de Meulín, que se mantuvieron al margen.
Al no haber acuerdo acerca de qué isla se quedaría con la imagen y había riesgo de que se rompiera la tregua, se llevó a cabo una competencia de embarcaciones a remo en que la isla vencedora se llevaría al Nazareno y las demás asistirían a la fiesta y cooperarían con su realización. Los remeros caguachanos ganaron y el asunto quedó resuelto. Esta carrera se convirtió en una tradición que se efectúa todos los años el día 23 de agosto.
A pesar de que esta celebración también se realiza en enero, es en agosto cuando tiene mayor protagonismo. La tradición indica que la festividad comienza el 21 de este mes con el rezo de la novena.
Patrimonio de la Humanidad
La Iglesia de Caguach – declarada Patrimonio de la Humanidad- fue construida en 1778, el mismo año en que, según los documentos guardados en este santuario, el capitán del ejército español Fray Hilario Martínez, instala la figura española del Divino Jesús Nazareno, estableciendo su “asiento definitivo… hasta el fin de los siglos”.
Según los especialistas, la escultura dataría de principios del siglo XVIII, época en la que eran utilizados los postizos y pelucas como la del Nazareno. Pronto el culto a este Jesús de rostro sufriente, cubierto de lágrimas de sangre, coronado de espinas y vestido con una túnica de seda morada, que, con sus manos heridas carga su pesada cruz sobre el hombro derecho, se extendió entre las islas, convirtiéndose en la imagen, por lejos, más devocionada entre los chilotes.