Bienvenida con sentido: Colegio San Francisco Javier realiza liturgia para Play Group

Con una emotiva liturgia en su capilla, el Colegio San Francisco Javier dio la bienvenida a los niños y niñas del nivel Play Group, marcando el inicio de su camino educativo. La ceremonia reunió a familias, educadoras y directivos en un ambiente de espiritualidad y comunidad.

Puerto Montt. Con emoción y espiritualidad, el Colegio San Francisco Javier dio la bienvenida oficial a los niños y niñas del nivel Play Group con una liturgia especial en la capilla del colegio. Esta actividad, cargada de simbolismo, marca el inicio del camino educativo de los más pequeños dentro de la comunidad Sanjavierina.

El objetivo de esta liturgia fue presentar a los nuevos estudiantes frente a Jesús y a toda la comunidad educativa, abriéndoles las puertas a un mundo de experiencias significativas que vivirán a lo largo de su formación. En un ambiente de recogimiento y alegría, las familias, educadoras y el equipo directivo se reunieron para acompañar este primer paso.

“La liturgia de bienvenida es una instancia muy especial para todos nosotros. Es el primer encuentro espiritual de nuestros niños con nuestra capilla, que será un lugar de muchas vivencias en su vida escolar. Es también un momento de comunidad, donde se sienten acogidos por el colegio, por sus familias y por Jesús. Es la puerta de entrada a una etapa llena de aprendizajes, valores y crecimiento”, señaló Gianinna Baselli, Directora del Primer Ciclo del Colegio San Francisco Javier.

Esta actividad refleja el compromiso del colegio con una educación integral, basada en sus pilares: una alianza sólida con las familias, la búsqueda de la excelencia académica y humana, modernas instalaciones, y una trayectoria de más de 166 años al servicio de la formación en la Región de Los Lagos.

Como el colegio Jesuita más austral del mundo y parte de una red de 16 colegios en Chile, el Colegio San Francisco Javier mantiene viva una tradición que se respira en cada rincón de su comunidad educativa. Esta liturgia fue una expresión de esa identidad que acoge, forma y transforma.