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Por Claudia Sepúlveda , 11 de febrero de 2022Se declara Alerta Amarilla para Llanquihue por amenaza de incendio forestal
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 2 años[ACTUALIZACIÓN] En tanto, en Osorno continúan los monitoreos por las altas temperaturas que se esperan el fin de semana en la zona, que mantiene aún focos activos.
Según el reporte de CONAF se indica que debido al aumento de quemas ilegales y focos de incendios forestales activos en toda la provincia de Llanquihue se declara Alerta Amarilla, dejando atrás la de carácter preventiva.
El reporte de la Onemi manifiesta que existe “una condición de “simultaneidad de incendios forestales”, referida a un número tal de incendios desarrollándose al mismo tiempo, que concentran los recursos de combate disponibles en la región. En consecuencia, es necesario reforzar el Sistema Regional de Prevención y Respuesta ante Desastres, para responder a nuevos incendios que se inicien o para atender aquellos que se encuentran en desarrollo.”
La vigencia de la Alerta Amarilla rige desde hoy y hasta que las condiciones así lo ameriten. “En consideración a estos antecedentes, la Delegación Presidencial Regional de Los Lagos, en base a la información técnica proporcionada por CONAF y en coordinación con la Dirección Regional de ONEMI, declara Alerta Amarilla para la provincia de Llanquihue por incendios forestales”.
Osorno
En tanto, ONEMI Los Lagos, en base a la información técnica proporcionada por CONAF, mantiene la Alerta Temprana Preventiva para la provincia de Osorno por amenaza de incendio forestal, vigente a partir de hoy y hasta que las condiciones meteorológicas así lo ameriten.
De acuerdo con el análisis realizado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), se determinó que existen zonas con alta probabilidad de generación y propagación de incendios forestales en las provincias de Osorno y Llanquihue, donde se espera viento Sur – Sureste con velocidades de 24 a 35 (km/h), hasta el 14 de febrero de 2022.
La declaración de esta alerta, se constituye como un estado de reforzamiento de la vigilancia, mediante el monitoreo preciso y riguroso de las condiciones de riesgo y las respectivas vulnerabilidades asociadas a la amenaza, coordinando y activando al Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SINAPRED) con el fin de actuar oportunamente frente a eventuales situaciones de emergencia.