"Da rabia. Da impotencia", el testimonio de un poblador desalojado de la toma de Pelluco

Pese a que la mayoría de los habitantes de la toma de Pelluco han recibido alguna ayuda, otros, lamentan como su esfuerzo ha sido destruido.

Mientras con maquinaria pesada se desmantelan las viviendas de lo que alguna vez fue un campamento que albergó a decenas de familias, hay personas que no se resignan. Entre los escombros de lo que alguna vez fue su hogar un vecino desconsolado muestra sus electrodomésticos abandonados a la intemperie, al igual que ropa, frazadas y otros enseres. “Díganme que no da rabia. Díganme que no da impotencia” declara dolido.

Y es que asegura que no ha recibido ningún tipo de ayuda social, aunque reconoce haber tenido problemas con la justicia en tiempos pasados.

“Da rabia. Da impotencia. Yo voy a contar realmente como son las cosas. Nos apuraron para salir, mientras llovía torrencialmente. Mandaron las familias a un colegio, pero aquí quedaron las cosas. Se puede ver la ropa de los niños toda mojada, la lavadora, el refrigerador… todo se perdió”.

Lo cierto es para las autoridades ya no hay vuelta atrás y este lugar no debería volver a ser ocupado por las personas que no tienen una solución habitacional en Puerto Montt.