Salud
Por Claudia Sepúlveda , 23 de julio de 2021Hospital de Llanquihue complementa medicina y salud mapuche
Atención: esta noticia fue publicada hace más de 3 añosAsí se da un paso en la salud intercurltural en la región de Los Lagos.
Avances en materia de Salud Intercultural ha logrado el Hospital de Llanquihue gracias a un trabajo constante con los pueblos originarios que se ha traducido en la entrega de atenciones complementarias a los usuarios que lo requieren.
Lo anterior se reafirmó con el nacimiento de un bebé en un parto intercultural, que fue posible luego de una preparación previa en que la medicina tradicional y mapuche trabajaron en conjunto.
La matrona, Danae Cruz, comenta que una pareja mapuche llegó en busca de atención debido a que en otros lugares no habían tenido buena recepción, “nosotros la atendimos, nos adecuamos a sus necesidades y controlamos su embarazo, afortunadamente todo siempre se mantuvo bien”, comenta.
Paralelo a la atención clínica, la pareja continuó con el acompañamiento espiritual de su lawentuchefe, complementando ambas medicinas en el embarazo de la mujer.
El padre del bebé recién nacido, Ariel Cae, de Frutillar, valoró la ayuda, “en el Hospital de Llanquihue nos respetaron nuestros tiempos y nuestra cultura ya que para los mapuches el apego es con la tierra y con la naturaleza, es un apego espiritual porque nuestra madre es la tierra”, explicó.
Por su parte Pedro Catrilef, lonco de Llanquihue, expresó, “estamos celebrando, queremos hacer visible esta buena práctica y demostrar que ambos sistemas sí pueden trabajar juntos por el bienestar de las personas.”
En relación con la salud Intercultural, Cristóbal Suazo, director del Hospital de Llanquihue, manifestó sentirse orgulloso por el proceso. “Para el hospital la integración cultural es muy importante, por eso estamos implementando protocolos para facilitar el acompañamiento espiritual a personas que están hospitalizadas y para la atención con lawentuchefe”.
Acerca del acompañamiento al embarazo y al parto, el director expresó que fue un aprendizaje mutuo, “creemos que es posible realizar una integración entre ambas medicinas, que por un lado cuide la seguridad de la mamá y el niño y por otro acerque la cultura, la familia y sus creencias. Nos podemos conocer mejor el uno al otro y sumar más herramientas para asegurar la calidad de la atención”, finalizó.