Turismo y gastronomía
15 de abril de 2025 | 15:00Cocina chilena tradicional: una aliada para la salud y la educación alimentaria

En el Día de la Cocina Chilena, dos docentes de Nutrición y Dietética subrayan el valor nutricional de los platos típicos y su potencial para fomentar hábitos saludables desde la cultura.
Con motivo del Día de la Cocina Chilena, que se celebra cada 15 de abril, académicas de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de O’Higgins destacaron el valor nutricional y cultural de las preparaciones tradicionales del país. Las nutricionistas Karina Paredes y Camila Burgoa abordaron el potencial de estos platos como herramienta para promover una alimentación saludable y equilibrada, en contraste con la creciente preferencia por alimentos ultraprocesados.
Karina Paredes sostuvo que “la cocina chilena tiene muchísimo valor nutricional. Hay una gran variedad de preparaciones típicas en todo el país, y cada región aporta lo suyo con productos locales y frescos, lo que sin duda realza la calidad de la alimentación”. Añadió que “tenemos platos súper nutritivos y bastante equilibrados, con buena presencia de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Eso sí, hoy en día la cocina tradicional está siendo desplazada por la comida rápida y los ultraprocesados, lo que representa una pérdida de un patrimonio alimentario valioso”.
Ambas docentes plantearon que muchas recetas tradicionales pueden adaptarse utilizando técnicas de cocción más saludables, sin alterar su identidad ni su sabor original. Cuestionaron la idea generalizada de que la cocina chilena es “pesada” o “poco saludable”, afirmando que esta percepción no se sustenta en evidencia técnica.
Paredes indicó que “pensar que toda la comida chilena es poco saludable es un mito que debemos derribar. Existen muchas preparaciones como guisos, caldillos, cazuelas o legumbres que tienen un gran valor nutricional. Muchas veces, el problema no es el plato en sí, sino las porciones o la forma en que se cocina”.
Entre los ejemplos mencionados por las especialistas figuran platos como la cazuela, el charquicán, los porotos con rienda y el caldillo de congrio. Estas preparaciones combinan ingredientes vegetales y animales, y ofrecen un aporte variado de proteínas, fibra, minerales y vitaminas.
Camila Burgoa explicó que “los porotos con rienda son una excelente opción por su alto contenido de fibra y proteínas vegetales. El zapallo, los fideos y las verduras que se incorporan aportan vitaminas y minerales adicionales, haciendo de este guiso una comida completa y muy nutritiva”. También valoró el uso de pescados locales: “también destacaría el caldillo de congrio, que utiliza un pescado local muy rico en omega 3 y se prepara con hortalizas frescas. Es un ejemplo perfecto de cocina saludable con identidad”.
En el caso del charquicán, ambas docentes señalaron su versatilidad y capacidad de adaptación a diferentes necesidades alimentarias, ya sea con carne magra, jurel, atún, proteína vegetal o huevo cocido, como una alternativa para aumentar el valor proteico sin recurrir a frituras.
En cuanto a la preparación, las expertas coincidieron en que técnicas como el horneado, la reducción del uso de sal, el uso de aliños naturales y el control de porciones son claves para transformar un plato tradicional en una opción más saludable.
Burgoa comentó que “la cocina chilena tradicional se compone de variados ingredientes naturales: verduras, pescados, mariscos, legumbres… El secreto está en cómo los preparamos. Aplicando técnicas adecuadas podemos reducir el consumo excesivo de sodio o grasas, y lograr alternativas mucho más saludables”.
Finalmente, ambas docentes coincidieron en que la educación nutricional juega un rol central para mejorar la relación que las personas tienen con su alimentación, y destacaron el papel de la formación universitaria en este proceso.
Burgoa afirmó que “una de las misiones fundamentales para los futuros nutricionistas de la UOH será justamente esa: educar a la comunidad en aplicar correctas técnicas culinarias, derribar mitos en torno a la alimentación, fomentar hábitos saludables y contribuir a construir sistemas alimentarios más sostenibles”.
En el Día de la Cocina Chilena, la invitación de las especialistas es a reconectarse con las raíces culinarias del país y reconocer en ellas una forma de alimentarse de manera consciente y saludable.