Nuevas tecnologías: fieles aliadas en tiempos de necesidad

Lo que hace no mucho era “lo normal”, en el momento presente ha quedado obsoleto frente a las facilidades de un clic o la rápida respuesta de un asistente online automatizado.

La importancia de las tecnologías es, en la actualidad, un hecho indiscutible, más aún cuando hasta los trámites más simples se han renovado hacia lo digital, dejando atrás cotidianidades tan propias como acudir a un meeting, mandar la correspondencia o incluso llamar por teléfono.

Lo que hace no mucho era “lo normal”, en el momento presente ha quedado obsoleto frente a las facilidades de un clic o la rápida respuesta de un asistente online automatizado.

Estos abruptos cambios que, si bien sólo parecen haber afectado a quienes no nacieron en el boom digital, suponen un antes y un después y es que cabe preguntarse qué hubiese ocurrido con la sociedad tal cual la conocíamos, previa a la llegada del coronavirus, de no haber contado con smartphones, ordenadores y hasta con una tarifa de datos.

Varias podrían ser las respuestas ante este supuesto, dado que como se introducía anteriormente, en nuestra sociedad coexisten diversas generaciones a cada cual más diferente: la Silent Generation, los Baby Boomers, la Generación X, los Millenials, los recientemente denominados Zillennials y la Generación Z; pero, si en algo pudieran coincidir los testimonios, probablemente sería en cómo, efectivamente, la innovación tecnológica ha sido una grata aliada hasta la fecha presente.

En este sentido, quienes mejor podrán visualizar la diferencia serán, precisamente, quienes no nacieron con un celular bajo el brazo o, al menos, quienes hayan estudiado casos históricos como la epidemia de viruela en 1905-1906 o la fiebre amarilla de 1912 y echen imaginación para pensar en cómo de duras debieron ser dichas situaciones ante la escasez de recursos y modernidades que, por el contrario, sí que se encuentran disponibles en la actualidad.

Ciertamente, hasta acciones tan simples como ordenar productos en farmacias se han vuelto posibles gracias a la disponibilidad de smartphones y, por supuesto, al constante desarrollo de apps. Del mismo modo que han proliferado las compras en Farmacias a Domicilio, también lo han hecho las compras a supermercados delivery, el encargo de comida a casa e incluso la reserva de reposición de combustible a gasolineras a domicilio.

Esta sistematización de la vida cotidiana no solo supone una mejora para la calidad de vida de las personas, sino que, además, contribuye a la descongestión de espacios públicos y estimula la creación de puestos de trabajo, un valor más que añadido frente a la crisis asociada a la pandemia.

Por supuesto, cabría añadir que para promocionar el buen uso de las potencialidades que ofrece internet y con el fin de, efectivamente, obtener un beneficio real, es necesario regresar sobre el concepto de democracia digital. Pero ya no solo bajo la idea de participación de las personas en la vida pública desde el prisma de sujetos políticos, sino desde la necesidad y el derecho a avanzar al tiempo que lo hace la tecnología, todo esto con el fin de garantizar un desarrollo comunitario homogéneo y saludable.

La disponibilidad de recursos en todos los hogares se vuelve pertinente en el momento presente, luego la facilitación de recursos con los cuales educar y apoyar en el conocimiento de las nuevas tecnologías cobra auténtica importancia, siendo un derecho indispensable con el fin de prevenir posibles escenarios en los que haga falta acceder a servicios online frente a futuros confinamientos.

Esto último sugiere ser especialmente importante en el caso de núcleos familiares en los que conviven perfiles de riesgo tales como niños, ancianos y personas embarazadas o con enfermedades que empeoran el curso del síndrome respiratorio agudo.

En consecuencia, ante el innegable valor de las que están mostrando ser las fieles aliadas en tiempos de necesidad, las tecnologías, resulta preciso reforzar su uso y abastecer de medios a aquellos sectores que precisen de apoyo para desarrollar desenvoltura en su correcto uso.